Parece mentira que en el mapa mundial los índices de corrupción sean parte del panorama, y que por más esfuerzos en términos de legislación y sanciones no haya más remedio que la aceptación por parte de los ciudadanos de asumir con apatía un fenómeno mundial que ya es parte de los estilos de vida de la clase dirigente de los países, la clase empresarial y por su puesto las instituciones de educación superior en pro de permanecer para aspirar más tan solo por el poder.
El portal Transparency International publicó la lista de los países en donde la corrupción, aunque hace presencia, desencadena problemas en un score de 0 a 100. Se podría inferir que los países con más control en el tema son los de la unión europea, sobre todo aquellos ubicados en los países bajos. Resaltan en corrupción, ocupando los últimos lugares, Corea del Norte y países africanos como Somalia y Sudan en los puestos 175 y 176 respectivamente y con un índice de percepción en corrupción de 8 puntos sobre 100. En cuanto a latinoamerica, las cifras no son nada alentadoras: Uruguay en el puesto 21 con un índice de 72/100; Chile en el puesto 24 y su score de 72/100 mostrando mejoras; Costa Rica en el puesto 41 y una relación de 54/100; Cuba en el puesto 60 y una calificación de 48/100; Brasil en el puesto 79 y una percepción de 43/100; Panamá se ubica en el puesto 87 con una puntuación de 38/100; Colombia en el puesto 90 con un indicador de 36/100; Argentina en el puesto 95 y una cuantificación de 35/100; Perú en el puesto 101 con una calificación de 38/100; Bolivia en el puesto 113 y Ecuador en el puesto 120 por encima de un Nicaragua 145 y Venezuela en el 166.
Mencionado lo anterior, es importante analizar que el flagelo de la corrupción esta instaurado en Latinoamérica sin importar bandera o tendencia política. Y todos, los grupos sociales están involucrados en las prácticas que inciden que el problema se convierta en un común denominador.
La idea central con la llamada democracia electrónica o democracia digital, conocida en inglés como e-democracy, es el uso de las TIC para crear espacios de diálogo y reflexión social, para así obtener acceso a la información de sujetos políticos en cuanto a su desempeño, y el ejercicio de sus funciones para con los ciudadanos. La actual democracia es imperfecta, anticuada y proviene desde la fundación de las sociedades, el esquema que impera son los intereses individuales frente a los colectivos. El poder sobre el poder y para poder ejercer más poder. Por esta razón las tecnologías le están abriendo un mayor espacio a lo que denominan Democracia Directa, es una forma de democracia en la cual el poder es ejercido directamente por los ciudadanos en una asamblea colectiva que sesiona en espacios virtuales. Dependiendo de las atribuciones de esta asamblea, la ciudadanía podría aprobar o derogar leyes, así como elegir a los funcionarios públicos.
Debido a la imposibilidad de que todos los electores de un país se puedan reunir en tiempo y lugar, la aplicación de la democracia directa en todas las etapas de toma de decisiones no ha tenido aplicación práctica. El caso más común en su aplicación es mediante democracia semidirecta, donde se tiene un gobierno representativo y se disponen de mecanismos de democracia directa, en donde la voz de la ciudadanía en escenarios virtuales es considerada. Suiza, puesto 5 del ranking con un score de 86/100 ha aplicado este tipo de ejercicios de participación popular.
La democracia directa digital es entonces una forma de democracia directa en la cual Internet y otras tecnologías de comunicación electrónica se usan para mejorar la burocracia involucrada con los referendos, registrando electrónicamente los votos. Muchos partidarios piensan que también se pueden incluir en esta noción las mejoras tecnológicas al proceso deliberativo, o incluso a la gestión de gobierno para acercarla a los ciudadanos. Una derivación de esta tendencia se denomina la Democracia Líquida la cual consta de un sistema en el que cualquier ciudadano tiene la posibilidad de votar por Internet cada decisión del congreso, consejo, asamblea y realizar propuestas sobre los temas claves de discusión. También puede ser a través de representantes virtuales, mediante la publicación de su intención de voto en nombre del partido político o corriente de opinión a la que representa.
No es necesario esperar 4 años para cambiar de representantes. El voto delegado puede recuperarse en cualquier momento por ende puede hacer mucho más dinámico el ejercicio de la democracia tanto para el gobierno como para los ciudadanos a partir de decisiones como:
- votar una decisión puntual en la que se quiere participar directamente
- tomar parte activa en el parlamento virtual, votando en cada decisión
- delegar o derogar las funciones y el ejercicio en otro representante.
La cadena de Valor de la Corrupción
Para tipificar la corrupción y enmarcarla en un contexto es preciso enunciar que:
Existen 3 tipos de corrupción; Privada,Pública y Política
En la Privada se consideran hechos de corrupción: Evasión fiscal, Presión a Grupos, Amiguismos, prevendas, contratos y concesiones. Este tipo de comportamientos hacen parte del ADN de las organizaciones en general. Lo que sucede es que se camuflan entre políticas, códigos y resoluciones que no se aplican. Solo hacen parte del prontuario de evidencias en donde la organización legisla y no aplica.
En la Pública los hechos de corrupción son de tipo de Acción y de Omisión; en ese sentido en la acción tenemos los sobornos, los peculados, el enriquecimiento ilícito etc.. en la omisión se tiene, el dejar de hacer las funciones, la ilegalidad contractual y las prescripciones.
En la Política los hechos son lo que ocurre en los partidos políticos en donde los miembros no se autoregulan o se sancionan, el ejercer presión sobre grupos de interés para obtener un beneficio. Cuando se otorga un beneficio a un ciudadano, de cualquier tipo, para ejercer su derecho de votar en beneficio de un promotor se practica Corrupción Política.
Así pues la cadena de valor de la corrupción la hacemos todos los agentes que nos involucramos a un proceso social ya sea en una organización social, política, privada o pública en donde las prácticas conscientes o inconscientes, no llevan a generar comportamientos de corrupción sin reflexionar que con el uso de las redes sociales para un beneficio de Democracia Digital podríamos regular el status quo de las organizaciones y de los gobiernos. El hecho no es solo votar por un candidato, un partido, un cambio, el hecho es como los ciudadanos se involucran más en el ejercicio de la veeduría de la democracia como el marco central del proceso. No votar en sí, ya es un acto de corrupción.